Transforma tu hogar en un refugio sostenible: diez pasos para vivir con conciencia, cuidando del planeta mientras creas un espacio más saludable y auténtico.
Llega el viernes por la tarde y nos plantamos en casa. Intentamos dejar los grandes problemas puerta afuera. Entonces vamos a la cocina a tomar un simple vaso con agua y al tomar ese «respiro» dejamos volar el pensamiento: agua > lluvia > desastres naturales > cambio climático > grandes empresas > productos > consumo desenfrenado > sociedad abducida > autocontrol > mi vida > mi casa > pequeños pasos > gran diferencia.
Pues sí, así de simple puede ser transformar el mundo, o por lo menos TU MUNDO, tu casa. A veces, basta con un cambio aquí y otro allá para tener un hogar más sostenible, más acogedor y saludable.
Este artículo no es una lista típica de «haz esto y lo otro». Es una guía práctica y realista que te ayudará a transformar tu hogar paso a paso, sin complicaciones y adaptándolo a tu ritmo. Al final, no solo reducirás tu huella ambiental, sino que también te sentirás más conectado con el lugar que llamas hogar. ¿Te animas a empezar?
1. Ahorra Energía con Pequeños Cambios en tus Hábitos
En este mismo blog, encontrarás un artículo entero dedicado a este tema (Reducir tu Factura de Energía y Cuidar el Planeta), pero aquí te voy a dejar algunas opciones sencillas y al alcance de cualquiera, para que vayas «abriendo boca»:
- apagar las luces al salir de una habitación (el truco es no encender otra sin apagar la anterior, como cuando enseñas a tus hijos a recoger los juguetes 😂);
- desconectar dispositivos cuando no los usas (no vale con apagarlos, debes desenchufarlos 🧐);
- aprovechar la luz natural en lugar de la artificial,
- vestirse según la temporada (básicamente se trata de ponerte un jersey en lugar de subir la calefacción 🤭).
Tip adicional: Cambia tus bombillas tradicionales por LED, que duran hasta 25 veces más y consumen un 80% menos de energía.
2. Optimiza el Uso de Agua en Casa
¿Has parado a pensar que el agua que hay en el planeta es el que hay? O sea, que no se puede «fabricar más». El agua que llueve es el mismo agua que ya estaba en la superficie y ha evaporado en aquél famoso ciclo que aprendimos en primaria. Así que, no porque ya no estamos en sequía (en España), podemos usar el agua sin cierto cuidado. Reducir el consumo de agua es clave para la sostenibilidad. Considera:
- instalar dispositivos de ahorro de agua en grifos, duchas y cisternas de inodoros;
- si tienes jardín, intenta recolectar agua de lluvia para el riego;
- ni que hablar de cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes;
- usar el lavavajillas solo cuando esté lleno;
- controlar el tiempo en la ducha (principalmente de aquell@s hij@s adolescentes que usan el baño como refugio y se olvidan del tiempo 🛀);
Idea sostenible: Reutiliza el agua de la cocción para reglar las plantas o recoge el agua fría de la ducha y úsala para el inodoro o para fregar el suelo. Esos simples hábitos puede ahorrar litros de agua al día.
3. Reduce, Reutiliza y Recicla
Este es un clásico de la sostenibilidad, pero no por eso menos importante. Sin embargo, empieza por lo primero, o sea REDUCIR). Además de darle un respiro al planeta, evitarás los viajes constantes al contenedor amarillo.
Lo que no puedas reducir, quizás lo puedas reutilizar y darle alas a tu creatividad. Eso te ayudará a ahorrar y también a liberar tensiones a través de las manualidades.
Por último, allá muuuuy después de todas las «R’s» que los movimientos de sostenibilidad han sacado a la luz (creo que ya son más de 10), reciclarás y solo entonces habrás hecho todo lo posible por generar menos residuos.
De todas formas, aquí van unas ideas para facilitarte el camino:
- visita aquella tienda a granel que han inaugurado cerca de tu casa (hoy en día, afortunadamente) están por todas partes;
- usa servilletas de tela (y no uses la excusa de que al lavarlas también consumes recursos (agua) porque para fabricar una hoja de papel de cocina además de una cantidad enorme de agua, se consumen otros recursos como árboles y energía)
- compra de segunda mano (piensa que si todas las empresas dejaran de producir, ahora mismo ya tendríamos productos para varias generaciones, BOOM😲).
Consejo práctico: Dedica un espacio para separar y clasificar tus residuos en casa. Como habrás reducido tu consumo 😜 ese espacio no necesita ser grande.
4. Elige Productos de Limpieza Eco-Friendly
Aquí te tengo que decir que si no has empezado ya, estás perdiendo MUUUUCHO dinero. Las empresas que venden los productos de limpieza comerciales han usado su «poder limpiador» (marketing) para lavarnos el cerebro y hacernos creer que necesitamos 1 producto para cada cosa. Nada más lejos de la realidad teniendo en cuenta que sus productos son mayormente agua. Eso mismo, pagas una cantidad considerable de dinero por AGUA, a la cual le añaden unos principios activos que además son tóxicos y a la larga te pueden generar problemas de salud. No lo puedo decir más claro. Eso sin hablar de lo que contaminan esos productos.
- opta por productos de limpieza ecológicos;
- fabrica los tuyos propios con ingredientes naturales (no es nada difícil ni te tomara mucho tiempo, te lo prometo);
- cómpralos a aquella amiga que los hace para su casa, seguro que no le importa hacer más cantidad y compartirlo contigo;
- elimina los trapos de microfibra de tu vida. Sueltan microplásticos al lavarlos.
Receta DIY: Mezcla vinagre y agua (proporción = 10-90) para crear un limpiador multiusos que además es seguro y económico. Según la superficie a limpiar, esa proporción variará.
5. Cambia a Productos de Higiene Personal Sostenibles
Con los productos de higiene personal pasa como con los productos de limpieza: nos han «enseñado» que necesitamos un montón de cremas y artilugios, pero en realidad nuestra piel solo necesita hidratación interna (beber agua) y protección externa (aceites vegetales y protector solar). OJO, no digo que te limites a usar el agua como recurso de limpieza personal, pero sí que te informes de lo que realmente tu piel necesita y que busques alternativas sostenibles como los productos sólidos (que vienen sin empaque), los productos a granel o incluso los que usan envases biodegradables. Además, puedes:
- olvidar que las toallitas desechables existen (ellas NO se reciclan y tardan años en descomponerse);
- probar con artículos sostenibles para tu periodo menstrual (existen opciones para todos los gustos);
- volver a la maquinilla de afeitar reutilizable (aprovecha que lo vintage está de moda 😎);
- rechaza las muestras gratis (esas que solo hacen que tu cajón del baño esté desordenado).
Sugerencia: Considera usar esponjas naturales, ya que son ecológicas y se descomponen de manera orgánica; y almohadillas desmaquillantes de tela que son lavables y reutilizables.
6. Cultiva un Jardín o Huerto en Casa
Y me dirás: ¿DÓNDE? (o sea, en qué espacio si vivo en un piso pequeño), o ¿CÓMO? (si no tienes tiempo de cuidarlo).
Y yo te responderé: te sorprendería saber lo poco que se necesita y lo mucho que te puede beneficiar esta práctica.
De todas formas, y al igual que con los otros 9 pasos, te recomiendo que empieces solo con lo que te resuene y puedas llevar a cabo, de lo contrario dejarás de hacerlo a la primera dificultad.
Dicho esto, crear un pequeño huerto urbano es una excelente manera de conectar con la naturaleza (y por consecuencia contigo misma) y reducir tu impacto ambiental. Cultivar tus propias hierbas, vegetales o frutas (si tienes bastante espacio) es una alternativa saludable y sostenible. Además, plantas como el aloe vera, los helechos y las suculentas mejoran la calidad del aire en interiores. Para que te entre el gusanillo, te comento algunas ventajas de tener un huerto en casa:
- reduce el estrés, la ansiedad y mejora tu bienestar emocional;
- tendrás acceso a alimentos frescos y orgánicos que mejorarán tu dieta y te darán control sobre lo que consumes;
- puede proporcionar una enorme satisfacción y un sentido de logro ver crecer algo que has sembrado;
- es una gran contribución a la reducción de las emisiones y consumo de plásticos.
Ideas de cultivo: Prueba con hierbas como albahaca, perejil y menta, que son fáciles de cultivar y muy útiles en la cocina.
7. Incorpora Materiales Naturales y Reciclados en la Decoración
Si sigues esta marca sabrás que abogo por el minimalismo (aunque sea un minimalismo «a la mediterránea» como decía mi profesora), por la reutilización y por el despertar contra el consumismo sin sentido. Así que, por favor, no tomes este paso como un estímulo para redecorar tu espacio, sino como un consejo de cómo hacerlo de manera eco-friendly cuando realmente lo necesites. La idea es ser más consciente de lo que realmente aportará valor a tu espacio y, al mismo tiempo, contribuir al cuidado del planeta. Así que, cuando busques algo nuevo para tu hogar:
- piensa en materiales naturales o reciclados que no solo sean más sostenibles, sino que también den ese toque único y personal a tu ambiente;
- no te dejes llevar por la presión de seguir tendencias que desaparecen tan rápido como llegaron;
- busca piezas que sumen funcionalidad, calidad y sostenibilidad a tu hogar;
- reemplaza, si es necesario, lo que ya no te aporta con materiales naturales, reciclados o de segunda mano.
Tip de decoración: Reutiliza objetos antiguos y dales una nueva vida. Un mueble restaurado o reciclado puede ser una pieza única en tu hogar.
8. Opta por Textiles Naturales
El otro día hablaba con una amiga del gustito que da dormir en unas sábanas limpias. Y es que los textiles son una parte esencial de nuestro hogar, porque son lo que le aporta calidez. Sin embargo, lo que muchas veces nos olvidamos, es que la elección de esos materiales puede tener un impacto directo en nuestro confort, en nuestra salud y en el medio ambiente.
Las fibras sintéticas suelen desprender microplásticos al lavarse y tardan siglos en descomponerse. Entonces, ¿por qué no optar por opciones naturales y biodegradables?
- elige textiles naturales como algodón orgánico, lino y lana para sábanas, cortinas y toallas (son materiales hipoalergénicos y duraderos);
- elige productos que estén certificados por sellos ecológicos para asegurarte de que están libres de pesticidas y productos químicos nocivos para ti y el planeta;
- cuando ya no uses algún textil, no lo tires, sino que recíclalo o dónalo para darle una nueva vida y reducir su impacto en el vertedero.
Dato extra: El algodón orgánico utiliza menos agua y pesticidas en su producción que el algodón convencional, ayudando a reducir el impacto ambiental.
9. Aprovecha la Ventilación Natural y Filtra el Aire
Ventilar la casa es un hábito que me encanta mantener. En verano abro todas las ventanas y en invierno solo las principales, pero procuro no fallar ni un solo día porque conozco todos los beneficios que ese simple gesto aporta a mi hogar. Mantener el aire limpio en casa es fundamental para la salud y el bienestar y, afortunadamente, no siempre es necesario recurrir a costosos sistemas de purificación de aire o aire acondicionado para mantener nuestro entorno saludable. La clave está en aprovechar la ventilación natural y emplear prácticas sencillas que, además de mejorar el aire en casa, ahorran energía y reducen la huella de carbono. Por eso, te invito a que tomes en cuenta estas recomendaciones:
- usa plantas como filtros naturales 🌱 (ejemplos: el ficus y el potus);
- evita el uso de productos químicos ☢ en casa;
- aromatiza tu ambiente con aceites esenciales 🌺
Alternativa natural: Si vives en una ciudad con mucha polución, considera instalar un purificador de aire para eliminar partículas contaminantes en casa.
10. Practica el “Consumo Consciente” al Hacer Compras
Si, de los 10 pasos que te he presentado, quieres quedarte solo con 1, te sugiero que sea este. Es que, en realidad, si cambias tu manera de consumir ya habrás caminado muchos pasos porque empezarás a ser más crítica, a cuestionar los hechos, a informarte mejor, a reflexionar sobre tus verdaderas necesidades. Y eso te llevará, indudablemente, a consumir menos y a consumir mejor. Lo que por consecuencia trae una reducción del impacto ambiental, un ahorro de dinero y una reducción del desorden en tu hogar.
Y facilitarte el camino, te dejo unas sugerencias de cómo empezar:
- antes de salir a comprar, haz una lista con lo que realmente necesitas y establece prioridades;
- opta por calidad y no por cantidad;
- investiga las marcas y su verdadero compromiso ambiental;
- haz una revisión periódica de lo que tienes en casa y dona o recicla lo que ya no usas.
Dato importante: El 80% de los impactos ambientales de un producto se generan durante su fase de fabricación y transporte. Optar por productos duraderos, reciclados o de segunda mano no solo reduce el desperdicio, sino que también disminuye significativamente la huella de carbono asociada a cada compra.
Con un paso a la vez, todos podemos hacer nuestra parte
Transformar tu hogar en un refugio sostenible no es una tarea imposible ni un cambio radical que se deba hacer de un día para otro. Se trata de pequeños pasos diarios, conscientes y llenos de intenciones que, cuando se suman, generan un impacto significativo tanto en tu bienestar como en el del planeta. Recuerda que no es necesario hacer todo a la vez, lo importante es empezar con lo que resuene contigo y seguir avanzando poco a poco.
Tu hogar puede ser un reflejo de tus valores, un espacio que no solo te ofrezca comodidad y calidez, sino también que esté alineado con el cuidado de la Tierra. Haz de tu casa un lugar donde la sostenibilidad no sea una moda, sino una forma de vivir. Si todos tomamos estos pequeños pasos, el cambio será más grande de lo que imaginamos.
Así que, ¿estás lista para empezar? El planeta y tu hogar te lo agradecerán. 🌿💚